Subimos cogidos de la mano,desde Zudaire hasta las colinas de Aiola.Su sonrisa escondía la belleza de todo el valle.Su pelo, el viento de la sierra.Y

Vagar de bar en bar, calles repletas, buscando encontrarte con alguien. Apuntarte a un curso de bailes de salón y no tener pareja. Ir el

Empiezas a caminar a lo tonto. Sin más. Sin rumbo ni dirección. Simplemente te pones en marcha. Aceptas el juego. Y cuando ya llevas un

Sarah se abrazaba a su madre y la miraba con sus ojos grandes a ver si atisbaba un hilo de esperanza en su rostro ausente.

Se deslizan los meses raudos, constantes y fríos. Y con ellos los años que se agotan. La ventana espera una lluvia que no llega y